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sol_np.mpg
Destino del Sol
neb_plan.mpg
Nebulosa planetaria


El destino del Sol, una nebulosa planetaria (mpeg, avi):

Estrellas del tamaño como el Sol, cuando se les acaba su
combustible de hidrógeno en el centro, se convertirán en
una estrella Gigante Roja. La superficie de la gigante llegará
casi hasta la órbita de la Tierra, calcinando la misma y
acabando con la vida en ella. Esto sucederá en unos
5 mil millones de años de hoy.

Cuando esto ocurra, la estrella evolucionará muy rápidamente,
en términos de la vida estelar. Empezará a enviar al espacio
un fuerte viento de partículas de unos 20 kilómetros por segundo.
Luego, por unas cuantas decenas de miles de años, este viento
se hará muy tenue pero muy rápido (unos 1000 kilómetros
por segundo). Cuando el viento rápido interactúa con el viento
lento y denso de la fase anterior, se crea una nebulosa muy hermosa
que puede tener muchas formas. La forma puede ser de una simple
esfera casi perfecta, hasta nebulosas cilíndricas con estructuras muy
complejas y de muchos colores.

La luz de la estrella central ilumina no solamente a la nebulosa,
sino también "evapora" los pequeños glóbulos de alta densidad.
El viento estelar hace que el gas desprendido de los glóbulos se
aleje de la estrella de la misma manera que sucede en las colas de los
cometas de nuestro sistema solar.

La estrella remanente lentamente se contraerá a un tamaño similar al
de la Tierra, un poco más de 10 mil kilómetros. A estas estrellas se le
llama enanas blancas. Ellas ya no producen energía en su interior y
poco a poco van debilitándose y enfriándose hasta desaparecer de vista.